Una historia que resuena entre piedras de rodeno rojas.
¿Te imaginas un castillo encantado con hechizos lanzados en la noche de San Juan? Parece de película, ¿verdad?. Esto se cuenta entre los pueblos de Almohaja, Rodenas, Pozondón, Peracense y Villar del Salz desde hace siglos… y te aseguro que, cuando escuches esta historia, mirarás el castillo de Peracense con otros ojos.
Todo comenzó con un encuentro…
Hace siglos, cuando estos lares estaban dominados por los descendientes de los druidas y las hijas de las brujas, un miembro de la familia de los Ares —usufructuarios del castillo de Peracense— se dirigía a Albarracín para prestar vasallaje al señor Azagra.
Pero al pasar entre Pozondón y Monterde, un misterioso druida le cortó el paso. Ni corto ni perezoso, el brujo, que decía ser biznieto de un druida ancestral, le lanzó un ultimátum:
«No te dejaré pasar y no serás nunca caballero si no me haces señor del castillo de Peracense.»

La prisión del druida y el origen de la Torre del Buco
El señor de los Ares, sabiendo que el castillo de Peracense pertenecía al señor de Daroca y que su fortaleza era imbatible, entendió que detrás del druida había intenciones oscuras. Por eso, ordenó a su séquito apresarlo.
De regreso a su castillo con el título de caballero, encerró al druida en una majestuosa torre, que desde entonces fue conocida como la Torre del Buco. El prisionero, de barbas blancas, bastón mágico y un extraño gorro con cuernos de macho cabrío, quedó encadenado sin posibilidad de escapar…
…hasta la noche de San Juan.
La venganza del druida: una noche que cambió todo
Al llegar el solsticio, el 24 de junio, los antiguos poderes del druida despertaron. En plena noche de San Juan, rompió sus cadenas, se elevó por los aires y se posó sobre la montaña sagrada de San Ginés.
«¡Que el castillo de Peracense sea destruido y que la maldición caiga sobre el de los Ares!», clamó El Buco al cielo, invocando al maligno.
La luna se eclipsó, tormentas salvajes arrasaron la zona, y el barranco Cardoso se desbordó. En medio del caos, cuando parecía que todo estaba perdido…

Las brujas de Jabaloyas: salvadoras inesperadas
Desde Jabaloyas, un grupo de brujas volaba rumbo al akelarre del Moncayo cuando la tormenta las obligó a parar en el castillo. Al escuchar el maleficio del druida, extendieron sus capas mágicas protectoras.
Gracias a ellas, el castillo fue salvado.
Lo que quedó fuera del alcance de sus capas se convirtió en enormes bloques de piedra arenisca roja, que con el tiempo formaron el paisaje surrealista y mágico que hoy rodea al castillo.
El castigo del cielo: el final de El Buco
El druida fue petrificado por el Altísimo, y en una piedra cercana, aún puede verse su silueta. En ella se grabaron los famosos “botones” mágicos, símbolo de su poder maldito.
El señor de los Ares, aterrorizado, abandonó el castillo esa misma noche. Nunca volvió, ni él ni nadie. La fortaleza fue erosionada por el tiempo y jamás volvió a ser habitada.
¿Te atreves a visitar el Castillo de Peracense?
Hoy en día, el castillo de Peracense sigue en pie, desafiando al tiempo y las leyendas, como un guardián de secretos milenarios. Si vas, no olvides buscar la Torre del Buco… y cuidado con la noche de San Juan.
Descubre las leyendas de Teruel
Esta historia forma parte de un legado increíble de amor, tragedia y resistencia que nos dejó la ciudad. Si te ha gustado, te invito a descubrir más leyendas en nuestra web www.losamantesdeteruel.com
Y si quieres vivir esta historia y muchas más desde dentro, no te pierdas el libro:
Los Amantes de Teruel: El oro de Diego de Marcilla
Escritores turolenses
Descubre una gran variedad de escritores nacidos en Teruel y su provincia.


